"El programa de desarrollo del presente gobierno, "Plan de Economía Social", define como uno de sus aspectos centrales la erradicación de la pobreza en las zonas rurales del país. Para ello se diseñaron el Plan Nacional de Rehabilitación y el Plan de Desarrollo Integral Campesino, este último constituido por tres programas: el de "Desarrollo Integral Campesino", el de la "Costa Pacífica" y el de "las Comunidades Indígenas". El primero, el PNR, está orientado de manera especial a la atención a las comunidades ubicadas en Zonas de colonización y en áreas social y económicamente deprimidas donde prevalecen situaciones de perturbación. El segundo, orientado a la población campesina del país.El objetivo central de este plan es aumentar la "cantidad, calidad y productividad de los activos sociales de los grupos de población campesinos de manera que puedan asegurar un crecimiento estable y sostenido . El logro de estos objetivos implica el desarrollo de una estrategia de provisión de servicios básicos, de acceso a la tierra, a los recursos financieros, a la tecnología, y de mejoramiento de la comercialización de la producción rural. La ejecución del programa durante 1988 y 1989 fue precaria debido a problemas inherentes a la gestión presupuestal de los dos últimos años durante los cuales los recursos de contrapartida del crédito externo han sido muy reducidos. Sin embargo es posible analizar el alcance de un programa de esta naturaleza y los diversos factores que inciden en el logro de sus objetivos a través de los resultados de la evaluación de impacto de la Fase II del programa DRI, que se desarrolló entre 1982 y 1988, que constituye una experiencia acabada de aplicación de un programa de Desarrollo Rural integrado y que son el objeto del presente artículo. "