"La situación actual de la economía plantea difíciles dilemas a la política económica. El margen de maniobra con que contaban las autoridades hace apenas unos meses se ha estrechado sustancialmente, sin que todavía se vean los frutos de algunas de las medidas adoptadas en los últimos meses. La acumulación de reservas internacionales continúa siendo el principal problema de estabilización macroeconómica. La estrategia adoptada para frenar los ingresos de capitales ha estado basada, en la reducción de las tasas de interés. Esto atribuible a las bajas expectativas de devaluación del mercado. Tal y como se explica detalladamente en el capítulo de análisis coyuntural, el descuento del certificado de cambio debe ser igual a la diferencia entre la tasa de interés y las expectativas de devaluación. La economía se encuentra en una encrucijada que podríamos caracterizar por la presencia de un círculo vicioso. Las autoridades deben resolver esta situación promoviendo una baja aún mayor de las tasas de interés. La reducción de las tasas no generaba costos para la sociedad por el contrario, aportaba beneficios para el manejo económico. Un desequilibrio macroeconómico preocupante es el de las finanzas públicas. Aunque los niveles proyectados de déficit no son excesivos, ni generarían presiones sobre la demanda agregada que echen a perder el equilibrio de los precios, el problema de su financiamiento es severo y contribuye a empeorar la situación cambiaria. El manejo fiscal debe ser cuidadoso para evitar echar a perder los esfuerzos hechos en materia de política cambiaria. La reforma tributaria, contribuirá a este objetivo, pero las crecientes presiones sobre el gasto son una amenaza a la estabilidad macroeconómica, mientras no se diseñen los mecanismos de financiamiento adecuados."