"A finales de 1976 se estableció el control de precios a toda clase de arrendamientos en las áreas urbanas del país. En efecto, mediante el Decreto 2770 de diciembre de 1976 quedaron congelados todos los precios de los arrendamientos, incluyendo los que se celebraren con posterioridad a la fecha de vigencia de dicho decreto. Como se puede apreciar, es una disposición que afecta en principio a la totalidad de bienes raíces urbanos arrendados o para arrendar. En realidad es amplia la experiencia en materia de control de precios de los arrendamientos en algunos países. En Estados Unidos, la experiencia con los controles se ha localizado a nivel de y nos cuantos centros urbanos. En el caso de Colombia, en mayo de 1956 se decretó el control de arrendamientos también para todos los inmuebles urbanos que en esos momentos se encontraban arrendados, pero sin que se vieran afectados los contratos celebrados con posterioridad a la fecha del decreto. A continuación se analizan precisamente los efectos económicos de corto plazo del control de precios de los arrendamientos y se indaga sobre los que podrían ser sus efectos de más largo plazo. Esta medida se adoptó aparentemente como parte de una estrategia de corto plazo encaminada a combatir la inflación, que hacia finales de 1976 y comienzos de 1977 alcanzaba niveles sin precedentes en las últimas décadas. Se verificará entonces la eficacia del control como medida de corto plazo para detener la inflación. Se evaluarán sus posibles efectos sobre la actividad edificadora urbana y sobre la distribución del ingreso. Es necesario hacer un breve recuento de los antecedentes jurídicos de esta medida."